domingo, 18 de septiembre de 2011

Lo cotidiano

Mientras andaba por la calle, por ejemplo, esta mañana, me he fijado en una pareja de ancianos; paseaban con las prisas del que sabe que ya lo ha hecho todo. Él empujaba la silla de ruedas en la que iba ella, sentada y enferma.
De repente, el anciano se para y se pone frente a ella. Ella no puede mirarle a los ojos, porque su enfermedad le impide mover el cuello, pero él la mira, la ve no como está ahora, sino como ella ha sido siempre, y el anciano le acaricia la cara con ternura.

Entonces yo me doy cuenta de que hay esperanza, de que, aunque a veces parezca que no, todavía hay cosas que son de verdad.

2 comentarios:

  1. Muy hermosa tu entrada. Las lágrimas casi se me salen de los ojos jaja, soy una persona muy sensible. Y bueno, siempre es muy hermoso ver que una pareja se puede amar a pesar de tantas dificultades... eso es el verdadero amor!
    Me encanta tu Blog! Te sigo!!

    ResponderEliminar