miércoles, 28 de octubre de 2009

Retrospectivas




A veces puedes permitirte el lujo de soñar.  Y vives en los 60, en París. Te llamas Patricia, aunque sabes que en otra vida fuiste Cècile. Trabajas en el New York Herald Tribune y te vas con cualquiera que te haga caso, aunque finges hacerte la estrecha. Desde aquel verano ya no ves más en color, pero disimulas bajo una capa de desgana.
Puedes estar enamorada y al minuto siguiente traicionar a la mala copia francesa de Humphrey Bogart que es tu amante. Paseas por los Campos Elíseos y cuelgas láminas de famosos pintores en tu habitación alquilada, la última, de Renoir.
Te rodea una nueva ola, y quieres quedarte allí para siempre, pero lo nuevo sólo es nuevo temporalmente, y los 60 pasan, pero siempre te quedará la opción de mimetizarte con la imagen en movimiento de tu sueño cuando roces tu dedo pulgar con los labios.

1 comentario:

  1. Valladolid dio para mucho!!

    El viernes me cuentas, maja, vas al festival?

    ResponderEliminar