Existen las personas-luz y las personas iluminadas. Obvia decir que las personas-luz brillan por sí mismas, mientras que las personas iluminadas necesitan de las primeras para poder ser luminosas, y si no cuentan con una persona-luz cerca de ellas, se apagan y entran en el mundo de los grises.
Yo pertenezco a la categoría de las sombras, y hace unos meses conocí a una persona-luz con un brillo con más vatios de lo normal. Tuve la enorme suerte de que ella me alumbrara, y pasé de estar apagada a disfrutar de su generosa aura lumínica. Como la unión entre personas iluminadas y personas-luz no se da con frecuencia (ya que estas últimas son escasas y valiosas), a veces no manejaba tanta claridad y llegaba a abusar de su brillo, pero la generosidad es una característica inherente de este tipo de personas, y en ningún momento hubo amenaza de apagón.
Ahora la persona más luminosa que he conocido se marcha a seguir alumbrado a más gente, y a compartir su luz con los que, como yo, no tenemos la suerte de brillar por nosotros mismos.
Y mientras ella contagia su don en una isla muy al norte, yo espero a oscuras a que llegue septiembre para volver a encenderme.
Plus ça change…: Crinolina o miriñaque
Hace 9 años
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