Melancolía:
1. f. Tristeza vaga, profunda, sosegada y permanente, nacida de causas físicas o morales, que hace que no encuentre quien la padece gusto ni diversión en nada.
2. med. Monomanía en que dominan las afecciones morales tristes.Tras años de depresión profunda y alcoholismo, Lars von Trier se decidió a materializar el pozo negro en el que se encontraba, y el resultado fue Melancholia. La película está dividida en dos partes o capítulos, cada uno con el nombre de cada una de las dos hermanas protagonistas: Justine (Kirsten Dunst) y Claire (Charlotte Gainsbourg). Pero hay que advertir que ambos capítulos son simétricos, y cuentan la misma historia, que va de lo particular a lo general.
La protagonista es la melancolía, esa tristeza extrema, la caída en picado de la vida y la desaparición de cualquier ápice de luz. Esta protagonista va apareciendo progresivamente, dando avisos de su visita, y dejando constancia de la inevitabilidad de su llegada. Todo el mundo es testigo de ella, y nadie puede hacer nada por evitarlo. La melancolía llega finalmente y arrasa con todo, dejando tras de sí un rastro angustioso de soledad, porque la soledad y el vacío son los posos que deja la tristeza crónica.
En el primer capítulo la melancolía acecha y finalmente destroza a Justine. Se nos enseña la recaída progresiva (aunque el espacio temporal es de una noche) de Justine en la depresión. No puede hacer nada por evitarlo, y termina alejando a todo ser querido, lanzándose a un agujero negro que culmina al inicio del segundo capítulo, en el que Justine le pasa el testigo a la Tierra, que, al igual que ella anteriormente, se ve amenazada por Melancolía, un planeta que se escondía detrás del Sol (luz, metáfora de la felicidad) y que comienza a moverse entrando en la órbita de nuestro planeta, advirtiendo un choque inexorable que dejará un vacío en el universo imposible de reemplazar:
"Estamos solos" dice Justine. Los humanos estamos solos y vamos a morir de tristeza, nos explica Lars von Trier.
Una historia sobre la tristeza y la soledad que se ve nivelada por la belleza de unas imágenes que hacen de Melancholía una de las mejores películas del director danés.
¡¡Y yo todavía sin verla!!
ResponderEliminarMe encanta la película. Y su fotografía mucho más. Y el guiño del principio a Ofelia, muchísimo más.
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