Hoy serían muchos años, pero ahora me miras con ojos jóvenes desde otro lado. Yo te sonrío en el vacío, y me reduzco veinte centímetros y dos lustros para volver a admirarte hacia arriba, no como ahora, de forma abstracta e interrogante, sino de la manera palpable y segura con la que me cogías de las manos y yo me subía a tus pies para aprender el ritmo de tu primavera, esa que olía a celuloide quemado y a tela con cola.
Dos pasos adelante, tres hacia atrás y media vuelta.
Y cuando piense en ti siempre me estarás abrazando una noche húmeda y salada de agosto en una pista de baile.
Plus ça change…: Crinolina o miriñaque
Hace 8 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario